
Beyoncé y Jay-Z llevaron el poder de las estrellas al Gran Premio de Fórmula 1 en Las Vegas, llegando con dos estilos llamativos que transmitieron gran glamour y energía del automovilismo.
Su aparición rápidamente se convirtió en uno de los momentos de estilo más comentados del fin de semana de carreras, combinando la moda de lujo con la emoción de la pista.
Para la parte diurna del evento, Beyoncé lució un look personalizado inspirado en las carreras de Louis Vuitton, construido con una parte superior de cuero estructurado en blanco y negro con paneles de motos y parches gráficos. Ella puso un abrigo largo negro sobre el diseño, terminando el conjunto con rizos voluminosos, botas puntiagudas y gafas de sol de gran tamaño. De pie junto a ella, Jay-Z optó por Fear of God de pies a cabeza: un look completamente negro con botas color trigo que le dieron a su atuendo minimalista un toque resistente mientras mantenía el enfoque en líneas limpias y una confección elegante.

Al caer la noche, Beyoncé brindó un segundo momento de moda de alto octanaje con un mono de cuero rojo intenso de Ferrari. El mameluco con cinturón presentaba un escote pronunciado, frente con cremallera y hombros esculpidos, usado con una gabardina de cuero a juego colocada casualmente sobre sus hombros. Una gorra con visera negra, gafas de sol de gran tamaño, guantes, tacones de plataforma y medias de red se sumaron al efecto de aceleración máxima, creando una apariencia que combinaba la iconografía del automovilismo con el inconfundible glamour de una estrella del pop. Jay-Z coordinó una vez más con capas negras, dejando que su declaración en rojo eléctrico ocupara un lugar central.

Desde la pista hasta el paddock, la pareja mostró dos enfoques distintos a la hora de vestirse el día de la carrera: Beyoncé, que se inclina por la moda atrevida y temática con precisión y dramatismo, y Jay-Z, que la mantiene fresca, discreta y elegante sin esfuerzo.



Crédito de la foto: Getty; Roger Bailey Knowles
